20111209



El dia Logo

Largos cuentos he escrito a traves de la carretera, y de los dialogos no suele quedar nada.
Las chispas se encienden cuanto más blanca está mi cabeza:
"Cerrad las perillas"decían los comensales. ¿Pero, qué importa la seguridad?
"La libertad no tiene precio, es una apuesta" decía Miloda mientras caminaba, por el obscuro pasillo. Un sendero que no es más que un laberinto imaginario, o real..., o ambos. ¿Qué importancia tiene si es ficcion o no? Es laberinto al fin. Si no lo fuese hasta mi imaginacion estaría inundada de aburrimiento. Y ... de ese aburrimiento, no hay escape posible.
El rumbo no era escencial, sino el sentir, percibir, vivir...en movimiento, como ese cangrejo, con quien establecio una relación atemporal, sin apuros. Le hizo ver, que el "estar" ahi era más rico que saber a donde llegar.
Se miraron las cruzadas. Dos personajes naturales, de la ficción a la realidad, o viceversa, no importa. Ambos vivos, ambos vivenciando, ambos en silencio, ambos en movimiento.
Entonces la dorada manzana del eterno deseo la mordio, y por más que era un sustento, por momentos, parecía una sensación insoportable. De hecho... ¿quién invento la fabula de Adan y Eva? Somos nosotros los que comemos el mundo , o es el mundo el que nos devora a nosotros?
LO DESEABLE DEL DESEO ES LA EXISTENCIA DEL DESEO MISMO.
Y los sujetos se desaprenden de la escena...
Como el viaje de Miloda y del cangrejo, ese viaje que continua y discontinua a la vez.

SIN PAUSA NO HAY VIAJE. SIN DESEO, TAMPOCO.

Por:
P.Gonzáles y
Carolina Giudice