Llegué tarde a casa, y al poner el agua del café me di cuenta de que hablaba con un fantasma. Era yo, era una sombra, un espíritu o simplemente una idea.
¿A que le hablo cuando no tengo nada que acomodar mentalmente? Llegué a casa con dictados sobrenaturales y necesitaba escribirlos, mas esto es lo que cabio en la hoja:
Mi fantasma pervertido
¿Qué somos?
Me preguntas y no entiendo
La supuesta realidad es una envoltura
Y algunos hablan tan fuerte
Se me tambalean los dedos
Y suelo correr por la ciudad tratando de encontrarte
Abajo todo es tan superfluo, afuera tan efímero
Qué somos
me pregunto
y no siento
las palabras me disfrazan y me llevan a la inercia
somos preguntas que siento
mas no quiero pensar en lo que pasa
porque el paso se hace lento
no me mientas, no te escondas
mi fantasma pervertido
yo te invento
yo te invito a las horas
del dorado risco de platino…
es la fama son las cruces
los diamantes, las canciones
mis muecas crudas en tu retaso de seducción
nunca entero,
así nos percibimos
¡pero que mágico es este encuentro
mi fantasma de platino!
sos tan ágil, tan distante
en tus escapes del camino
en sus roces de materia
tu materia espiralada
en mi boca yo te escribo
nunca entera
dividida, entre luces y algún que otro viento pálido que me trae un duendecillo
son los soles, las mañanas, el café con leche …
y desde esa esfera yo te escribo
desde esa esfera distante y galáctica,
mi fantasma pervertido
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